El nacimiento de una perla
Venus, la diosa de la belleza, nació en una concha. Cuando se abrió la concha, el rocío que goteaba de su cuerpo se convirtió en perlas cristalinas. Durante el Renacimiento, en la pintura “El nacimiento de Venus”, el famoso pintor Botticelli colocó a la diosa sobre una enorme hoja de laurel, que salía lentamente del fondo del agua, y las gotas de agua agitadas por la diosa formaban granos. Una sola perla, de un blanco puro e impecable, brillante y deslumbrante.
¿Cómo elegir perlas de buena calidad?
Los mejores consejos que podemos darte sobre cómo elegir perlas te harán sentir lujosa al lucirlas. Aquí hay algunos puntos clave cuando estás comprando perlas.
Lustre
Cuando la luz entra en una perla, se refleja a través de las capas del nácar para producir el rico resplandor que llamamos lustre. La forma más fácil de evaluar el brillo de una perla es buscar su reflejo en ella: cuanto mejor sea el brillo, mayor será el valor.
Tamaño
Cuanto más grande y rara es la perla, más tiempo lleva crecer. Todos los tamaños de perlas se ven maravillosos cuando se combinan con otras joyas o incluso se usan solos.
Defectos
Cuanto más suave sea la piel y menos imperfecciones, mejor será la calidad de la perla. Los defectos no importan siempre que no sean evidentes, ya que las perlas crecen de forma natural.
No importa su personalidad, hay una perla para usted: el agua dulce, el Mar del Sur, Akoya y las perlas de agua salada tahitiana se aseguran.
Forma
Las perlas perfectamente redondas son la forma más rara, pero los amantes de las perlas también prefieren las perlas semiredondas y barrocas para colgantes, aretes y piedras decorativas.
Las perlas de agua dulce son un poco más pequeñas que las de agua salada y vienen en una amplia gama de colores naturales. Su variedad de tonos suaves y luminiscentes las convierte en una opción sorprendente para piezas delicadas como aretes y bisutería en racimo.
AKOYA PEARLS
Formadas dentro de la ostra de agua salada con perlas más pequeña del mundo. Redondas y simétricas, las perlas de Akoya son atemporales como collares y aretes, y son adoradas por su brillo lustroso y su rico tono blanco.
PERLAS DEL MAR DEL SUR
El origen es las aguas del noroeste de Australia, Indonesia y Filipinas. Estas gemas únicas se forman dentro de una ostra súper sensible llamada Pinctada maxima de labios blancos, y las perlas resultantes son excepcionalmente grandes y suaves. Su alto brillo deslumbra los ojos en piezas llamativas como aretes, gotas y colgantes.
PERLAS DE TAHITIA
Las perlas de Tahití, conocidas como la perla de las reinas, se cultivan dentro de una ostra de agua salada de labios negros para crear las únicas perlas negras de color natural. Sus tonos profundos varían desde el gris oscuro hasta el negro verdadero, a menudo con exquisitos matices verdes o morados que los convierten en el centro de atención en collares, pulseras y aretes.
Cómo cuidar tus perlas
Las perlas son elegantes y versátiles sin esfuerzo, y si te alegran el corazón, puedes usarlas todos los días. Pero si desea que duren toda la vida, debe cuidar adecuadamente las joyas con piedras preciosas.
Las perlas tienen un brillo delicado que requiere un poco más de atención, pero la belleza duradera de las joyas de perlas bien conservadas vale la pena.
El consejo más importante para usar perlas es ponértelas siempre al final, solo después de aplicarte perfume, laca para el cabello y maquillaje. Mantenga sus perlas relucientes limpiándolas suavemente con un paño suave cuando se las quite.
Para una limpieza más profunda, utilice un paño suave humedecido en una solución de agua y jabón suave. Tenga cuidado de no sumergir completamente un collar de perlas en la solución para proteger el hilo y evitar que el exceso de humedad entre en los agujeros perforados.
Guarda tus collares de perlas planos en una bolsa de tela suave para evitar que el hilo se estire. Otros tipos de joyas de perlas se pueden guardar en un joyero forrado de tela para protegerlas contra rayones.
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